ANÁLISIS DE DESPILFARROS
CONCEPTUALIZACIÓN
Iniciamos por introducirnos y familiarizarnos con el
tema del despilfarro, ¿Qué son?, ¿A donde nos llevan? , ¿Por qué existen? y
¿Deben ser eliminados o minimizados?
Se entiende como despilfarro todo aquello que sea
distinto de la calidad mínima de equipo, materiales, piezas y tiempo laboral
absolutamente esenciales para la producción. La anterior definición, aclara que
una empresa debe obtener un producto o servicio, con el mínimo de recursos pero
satisfaciendo al cliente. Aquellas cosas o acciones que sean adicionales e
improductivas y que no sean requeridas por el cliente son despilfarro.
La acción en la que las organizaciones deben
encaminarse es en agregar valor al producto; esto significa hacer lo realmente importante para el
cliente, lo demás carecerá de valor; de tal forma, que en vez de agregar valor
se estará agregando costo y eso equivale a generar despilfarro.
Idealmente en un proceso productivo es esto lo que no debería
ocurrir, sin embargo, muchas veces es imposible lograrlo debido a que algunas
actividades que no agregan valor son absolutamente necesarias por las mismas
características del proceso. Lo importante será entonces, minimizar el impacto
de aquellas actividades que no agregan valor.
La reducción de costos a menudo es compleja
técnicamente o requiere decisiones y cambios de cierta importancia y queda, por
tanto, fuera del propósito de este análisis tratar sobre ello. Nos centraremos
en esos aspectos cercanos a nosotros, que no requieren cambios organizativos o
grandes decisiones y sobre los cuales podemos actuar directamente, que son los
DESPILFARROS.
Hemos de distinguir entre estos dos conceptos antes de
pasar al análisis:
Costo: lo que cuesta hacer una cosa apta para su uso
(materiales, tiempo, energía, dinero) y
Despilfarro: el gasto excesivo, superficial y, que por
innecesario, debemos eliminar.
VALOR AGREGADO DE LAS ACTIVIDADES O PROCESOS
Tenemos en las
empresas tres tipos de actividades o procesos:
1. AVA Son aquellas con Valor Agregado para el
cliente. Podemos clasificar estas en:
a) Actividades de transformación de insumos
para la generación o producción de bienes o servicios, y
b) aquellas generadoras de un “Plus” para la empresa
y los consumidores.
2. AVE Comprende las actividades o procesos con Valor
Agregado para la empresa, también son calificadas éstas como Actividades de
Apoyo sin Valor Agregado.
3. ASVA Constituidas por actividades o procesos sin
valor agregado.
El objetivo es
incrementar las Actividades con Valor Agregado como porcentaje del total de
actividades o recursos utilizados, controlar y reducir las Actividades de Apoyo
o con Valor Agregado sólo para la
Empresa, y eliminar las actividades o procesos carentes de
valor agregado.
¿Cómo podemos eliminar? Las respuestas o
ideas surgidas como consecuencia de las preguntas ¿por qué es necesario? y ¿cuál
es el objeto?, nos sirve para eliminar aquellos detalles o actividades
innecesarios.
¿Cómo podemos combinar? Las respuestas a las preguntas ¿dónde? ¿cuándo? y ¿quién?, nos ayudan a combinar las actividades o procesos cuando no
ha sido posible su eliminación. Hay que
tratar de combinar las actividades, para poder reducir las inspecciones,
recorridos, almacenajes y demoras.
¿Cómo podemos reordenar? Si los detalles son necesarios y no pueden
combinarse, conviene ver si se pueden ordenar de otra forma más correcta. Las respuestas dadas a las preguntas ¿dónde?, ¿cuándo? y ¿quién?, nos
conducen igualmente a reordenar los detalles del proceso.
Modificando el orden de los detalles, se consigue hacer desaparecer
recorridos innecesarios, así como operaciones de carga y descarga.
¿Cómo podemos simplificar? Si no podemos eliminar, combinar, ni
reordenar, aún nos queda la posibilidad de simplificar el método para que se
haga de forma más fácil, menos peligrosa, menos costosa, etc.
Las respuestas
a ¿cómo?, nos indican la forma de
poder hacerlo.
La
productividad es una medida de la eficiencia en el uso de los recursos
disponibles. Como organización los niveles de rentabilidad y crecimiento son
directamente proporcionales a los estándares de productividad alcanzados.
Para aumentar
la productividad reduciendo los niveles de desperdicios (mudas) es necesario
identificar en qué lugar de la empresa se produce tal desperdicio o
despilfarro. La manera más sencilla de hacerlo es diferenciando entre el
trabajo con valor añadido y el trabajo sin valor añadido, o entre el trabajo
útil y el que no lo es.
El verdadero trabajo con valor añadido es el que se
añade directamente al valor del producto durante el proceso de elaboración. Por
ejemplo, las operaciones que cambian de forma los materiales, como los procesos
de troquelado, prensado, soldadura, mecanización, montaje o pintura son
procesos de trabajo que añaden valor a las operaciones precedentes. Almacenar
trabajo entre operaciones no representa ningún valor añadido porque aumenta el
coste del producto, pero no su valor. Un procesado continuo añade valor a
medida que la materia prima va reconvirtiéndose sin cesar. Por ejemplo, el
refinado de petróleo, la separación del aire entre diferentes gases, la
purificación del agua, así como muchos procesos químicos patentados. Sin
embargo, incluso con un procesado continuo, el almacenamiento de materias
primas y el producto final son actividades que no tienen valor añadido y que,
en cambio, aumentan los costos.
Entre las
generadoras de Plus Económico tenemos:
- Investigación y Desarrollo
- Diseño
- Investigación de Mercado
- Servicio post ventas
- Ventas
Tanto en satisfacer los gustos del consumidor, como en la importancia
que en los costos del proceso productivo tienen, asumen vital importancia las
labores de diseño, como de estudios de mercado. Como podremos satisfacer mejor
sus necesidades sin investigar cuales son ellas.
Decir que
Investigación y Desarrollo no genera valor agregado para el cliente, como
postulan algunos consultores, es erróneo, y si no pregúntenle a alguien que
padece una enfermedad que consecuencias tienen para él el resultado de tales
investigaciones. Además el resultado de sus desarrollos tienen un valor
económico y patrimonial para la empresa (posibilidad de activar dichos costos).
En cuanto a la
faz de I&D no sólo debemos pensar en la generación de nuevos productos o
servicios, sino también en la invención de nuevos procesos productivos que
permiten mejores niveles de calidad y costos, logrando de esta otra forma
mayores niveles de satisfacción en los usuarios o consumidores.
En el pasado,
casi todo el presupuesto de I&D se dedicaba al diseño de productos. Muy
poco se destinaba a mejorar los procesos de manufactura. En la actualidad, la
situación está cambiando a medida que la gerencia comienza a percibir que el
diseño de procesos para manufactura o servicios es tan importante como el
diseño de productos. De hecho, a menudo
la ventaja competitiva se basa en la excelencia y naturaleza innovadora de los
procesos de manufactura o servicios.
El servicio
post venta resulta esencial, sobre todo para los bienes de capital o de consumo
durables, donde el consumidor aprecia, valora y requiere de estos servicios.
Si bien hoy
las ventas pueden efectuarse por internet, el concepto de vendedor actualmente
trasciende la mera toma de pedidos para ser un solucionador de problemas para
el cliente, además de contacto de la empresa con el mercado.
En tanto que
entre las actividades con valor agregado
para la empresa (llamadas actividades de soporte o apoyo sin valor añadido
para el cliente) debemos mencionar las de diseño de herramientas, programación,
control de calidad, estudio de trabajo, planificación, organización, dirección,
programación de producción entre otras.
Inmediatamente
debajo del nivel de soporte sin valor añadido se encuentran las actividades que no generan valor añadido,
pero que existen porque son el resultado de todas las deficiencias y errores
que se han ido perpetuando en la empresa. Son fallos las materias primas para
actividades que no producen valor añadido. Los desechos, la repetición de
trabajos, las reparaciones, las sustituciones, las destrucciones, las
manipulaciones, la sobreproducción, las inspecciones, las administrativo
burocráticas, que si bien son valiosas para el funcionamiento de la empresa no
generan valor directo para el cliente, ni transforman insumos, ni son
generadoras de un “plus económico”. También se encuentran dentro de esta
calificación actividades de transporte interno (el externo acerca el producto
al consumidor y los insumos a la empresa), los almacenamientos, las
supervisiones, y toda otra actividad que consumiendo recursos no genera valor
añadido para el cliente.
Conservación De La Energía :Reducir el esfuerzo despilfarrador conserva energía. La energía es el poder para hacer el trabajo y solamente debe emplearse en hacer un trabajo útil: si no es útil, no tiene valor añadido. Cuanta menor energía se necesite para completar una tarea determinada, tanto más alta será la productividad de esta tarea. En un fábrica pueden reconocerse una serie de categorías comunes de despilfarro, todas las cuales son básicamente independientes de los tipos de productos y/o servicios, o de los procesos que se emplean.
NUEVE
CATEGORÍAS DE DERROCHES
S Sobreproducción
Es la práctica de hacer más de lo que se necesita y más de lo que puede
utilizarse inmediatamente. Muchas empresas de categoría mundial estiman que
ésta es la peor de todas las categorías de despilfarro. Entre las causas de la
sobreproducción cabe citar: previsiones poco cuidadosas, permitir derroches y la
repetición de un mismo trabajo, cantidades en lotes, utilización de máquinas,
acumulación de stocks, mantener al personal ocupado y una deficiente
programación de la producción. La sobreproducción, planificada o no, es el
resultado de una falta de control eficaz de los procesos de fabricación. La
sobreproducción utiliza recursos que no se convierten inmediatamente en una
salida generando ingreso de fondos para la empresa.
Existencias
Todos los materiales, componentes y productos acabados almacenados como
existencias pierden valor. Las causas de una existencias excesivas pueden ser,
entre otras: sobreproducción, mala previsión de ventas, largo tiempo de entrega
por parte de los proveedores, deficiente planificación de la producción, stocks
máximos y de seguridad, tolerancia de restos y de piezas repetidas, tiempos de
planificación demasiados largos, cuellos de botellas en la producción, entrega
tardía de materiales, mal control de materiales almacenados, problemas de
calidad, mal control de la documentación y obsolescencia de los productos. Las existencias excesivas son todo un
catálogo de incompetencia gestora y una de las mayores pérdidas de recursos.
Manipulación
excesiva de los materiales Es el resultado de un exceso de existencias. Cuando
mayores son las existencias, más manipulación de material se necesitará para su
mantenimiento. Una mala disposición de la planta representa un aumento
significativo de la manipulación del material. Ello no debe solucionarse
automatizando los procesos de manipulación, sino superando las causas del
exceso de manipulación mediante la reducción drástica de existencias. (se
manipulan doble o triple cuando un producto entra dos y tres veces en un
inventario).
Esperas Los
materiales que esperan ser utilizados son existencias. Si el personal espera
instrucciones, es que la dirección es deficiente. Entre las causas pueden
citarse: mala planificación del trabajo, cargas de trabajo desiguales entre
procesos, fallo de los equipos, rechazos por mala calidad, entregas
tardías, materiales perdidos y mala supervisión.
Pérdidas de
tiempo Sí los componentes no están diseñados y hechos con la corrección que
exige un montaje fácil, habrá unas pérdidas de tiempo excesivas. Si los
procesos no son los adecuados, el personal perderá tiempo en el montaje de
los componentes. Los errores continuos en poner a punto una máquina es un
indicador de que el proceso no se halla bajo control. Una falta de comprensión de la variación
del proceso es la causa principal de las pérdidas de tiempo por la reacción que
se produce ante una inesperada variación que no puede cambiarse sin cambiar
antes el proceso.
Movimiento
excesivo Una estación de trabajo mal diseñada es causa de que el personal
malgaste energía en movimientos innecesarios. Si la cantina y los lavados están
situados demasiados lejos del lugar normal de trabajo, el personal tendrá que
andar centenares de kilómetros innecesarios a lo largo del año. Las
herramientas, los equipos, los materiales y las instrucciones que se necesitan
para realizar el trabajo han de colocarse en el lugar más conveniente para que
el operario ahorre energía.
Piezas
defectuosas El tiempo y los recursos que se pierden en rehacer piezas
defectuosas nunca se recuperan. Los defectos de estas piezas son causa de las
principales interrupciones en la marcha de los procesos. El coste de los
defectos es aún más alto cuando es el cliente externo quien los descubre.
Equipamiento
defectuoso Un equipamiento mal diseñado o con un mantenimiento deficiente
contribuye mucho a los defectos de producción, a la interrupción del ritmo de
trabajo y a los accidentes. Las empresas deben instaurar el Mantenimiento
Productivo Total cuya finalidad es cero rupturas. Cada vez más se incorporan a los equipos de
producción dispositivos de autodiagnóstico para controlar las condiciones del
proceso y avisar en el momento en que se necesita un mantenimiento preventivo.
Equilibrio
en la carga de trabajo Son muy pocas las empresas convencionales capaces de
lograr una distribución equitativa de la carga de trabajo entre todas las
personas de su organización. Siempre hay personas o departamentos que
normalmente tienen más trabajo que otros. El resultado final es que hay que
emplear más personas y que son necesarios más esfuerzos para distribuir
uniformemente la carga de trabajo. Hacer esto significa aumentar la entrada de
recursos sin que, en contrapartida, haya el correspondiente aumento de salidas.
Falla la productividad. Esto tiene como causa fundamental la rigidez de la
estructura formal de la empresa (o bien una legislación laboral que impide la
polifuncionalidad de los empleados u obreros). En vez de animarse al personal a
moverse libremente por los departamentos o a través de las barreras funcionales
para llegar a donde ha de hacerse el trabajo, los empleados se ven
circunscriptos a limitados ámbitos de desempeño.
En las
empresas convencionales, la utilización de los recursos superiores a la
necesaria es una de las causas más corrientes de despilfarro. Caen en este
defecto las direcciones de empresa cegadas por la tecnología, como por ejemplo,
las que instalan complejos sistemas de control para cumplir unas necesidades
simples. Ese uso de un espacio excesivo es también una de las grandes causas de
derroches de energía. Esto hace que muchas veces las empresas tengan que
invertir en edificios adicionales para alojar las deficiencias de la
organización. Unas existencias demasiado abultadas, una mala disposición de las
plantas, personal excesivo y, a veces, el deseo de mejorar la imagen del
edificio institucional pueden conducir a una expansión que nada hace para
mejorar la productividad.
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