CONTROL DE PLAGAS EN EMPRESAS DE ALIMENTOS
Antes que nada, feliz año a todos, disculpenme si he estado por fuera tanto tiempo, pero debido a ciertos inconvenientes tuve que dejar de publicar ...
En esta ocasión les traigo un video recopilatorio que hice, sobre el Control de Plagas en empresas, expendios, distribuidores, etc., de alimentos.
Y aquí una pequeña información recopilada sobre control de roedores.
CONTROL DE ROEDORES
Los roedores (principalmente
las especies comensales) se encuentran entre los mayores enemigos del hombre.
No solo causan daño en cultivos, cosechas y alimentos almacenados sino que por
sus hábitos de roer también perjudican estructuras y materiales derivados del
cartón, la madera o el plástico. Además, son portadores y vectores de gérmenes
de distintas infecciones que producen graves enfermedades o la muerte cuando
son transmitidas al hombre o a los animales domésticos.
La limpieza y sanitización tiene como objetivo el control de los
roedores (ratas y ratones) dentro y fuera de las instalaciones y se fundamenta
en la prevención, impidiendo que los roedores penetren, vivan o proliferen en
los locales o instalaciones. Podemos sintetizar estos procedimientos así:
Control indirecto
Manejo del medio ambiente: construcciones adecuadas, prácticas sanitarias, evacuación
controlada de los residuos y basuras.
Prácticas culturales: control de malezas, eliminación de basuras, control de madrigueras,
bloqueos en las entradas de instalaciones y locales, impedir el acceso a
fuentes de agua.
DAÑOS QUE CAUSAN
Tanto el ratón casero como las ratas son ampliamente conocidas en
el mundo por los perjuicios que causan, y que incluyen daños en cultivos y alimentos
almacenados, daños en estructuras diversas y la transmisión de enfermedades al
hombre y los animales domésticos. La pérdida de granos almacenados en todo el
mundo se ha estimado en 33 millones de toneladas por año. Una rata come cada
día el equivalente al 10% de su peso, es decir, entre 10 y 20 kg por año; pero
mucho mayor es el daño que producen ratas y ratones contaminando alimentos con
sus heces, orina y pelos, lo cual además es un serio riesgo por la transmisión
de enfermedades. En un año una rata puede producir aproximadamente 25.000
excrementos, mientras que un ratón casero puede producir más de 30.000.
Las ratas atacan cultivos de maíz, arroz, caña de azúcar, maní,
nuez, naranja, etc. Por otra parte, es conocido el ataque a aves domésticas
(gallinas, patos, pavos) e incluso aves silvestres. Además, pueden provocar
heridas de consideración en corderos, cerdos y terneros recién nacidos. La
tendencia a roer (para desgastar los dientes) y a cavar son causa de
considerables daños a la propiedad en todo el mundo.
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el
peligro que representan las ratas y ratones para la salud del hombre y de los
animales domésticos. Algunas de las enfermedades más importantes transmitidas
al hombre por estos animales incluyen la peste bubónica, la fiebre de Lassa, la
virosis coriomeningitis, el tifus murino, la salmonellosis, la leptospirosis y
la triquinosis. Es importante hacer una aclaración con respecto al Hantavirus,
una enfermedad que cobró notoriedad últimamente en distintas partes del mundo.
Esta es una virosis transmitida por ratones silvestres (no está comprobado que
la transmitan el ratón casero ni las ratas negra y común), que naturalmente no
conviven con el hombre ni entran en contacto con él a menos que no se adopten
las medidas higiénicas o preventivas del caso.
DETECTAR LA PRESENCIA
La presencia de ratas o ratones en un ambiente se puede determinar
a través de una serie de signos o evidencias, como ser:
Excrementos: los cuales pueden encontrarse a lo largo de los
"caminos" utilizados, en las áreas de alimentación o cerca de los
refugios o madrigueras. Son de forma cilíndrica y, en el caso de las ratas,
tienen 1-2 cm de largo y 0,5 cm de diámetro. Los excrementos del ratón casero
tienen alrededor de 0,6 mm de largo y pueden llegar a confundirse con los de
algunos insectos, como ser la cucaracha. Sin embargo, los excrementos de la
cucaracha tienen entre 0,3 y 0,5 mmm de largo y vistos bajo una lente de
aumento muestran un estriado longitudinal y los extremos achatados. También
pueden confundirse con los excrementos de murciélagos, aunque éstos contienen
restos de insectos y se desarman fácilmente entre los dedos.
Orina: las manchas de orina (húmeda o seca) pueden encontrarse a lo largo de los senderos utilizados por los roedores o en las áreas de alimentación, aunque no puede distinguirse entre sí la orina de ratones y ratas.
Huellas o rastros: incluyen las huellas de las patas (pisadas) y las marcas de la
cola, que pueden observarse en superficies polvorientas o barrosas. Cuando
existen sospechas sobre la presencia de ratas o ratones en un ambiente, puede
determinarse dicha presencia a través de espolvorear el piso con harina, en una
pequeña superficie y por la noche. Si los hubiera, al día siguiente podrán
observarse las pisadas marcadas en la harina.
Nidos: son comunes en el caso del ratón casero y generalmente se encuentran al limpiarse cocheras, desvanes, bauleras, armarios, sótanos, etc. Consisten en la acumulación de restos de materiales fibrosos (papel, tela, lana, hilo, madera, cuero).
Senderos y madrigueras: comunes de observar en el caso de las ratas, pueden encontrarse
adyacentes a paredes, cercas y edificios o bajo arbustos y escombros. Las ratas
memorizan los senderos y habitualmente usan las mismas "rutas".
Roeduras: las marcas de los dientes al roer pueden ser visibles en puertas, salientes, esquinas, materiales almacenados y otras superficies. Restos frescos de viruta de madera, papel, telgopor y otros materiales roídos, indican una infestación activa de roedores. El tamaño de la entrada a las madrigueras (generalmente 4 cm o menos para el ratón casero y 5 cm o más para las ratas) o la marca de los dientes puede ser usada para distinguir la roedura del ratón casero de la de ratas. Los dientes incisivos de ratas y ratones crecen continuamente (hasta 13 cm por año en el caso de las ratas) y los animales los mantienen adecuados a través de roer superficies duras o de frotar entre sí los dientes de ambas mandíbulas.
Roeduras: las marcas de los dientes al roer pueden ser visibles en puertas, salientes, esquinas, materiales almacenados y otras superficies. Restos frescos de viruta de madera, papel, telgopor y otros materiales roídos, indican una infestación activa de roedores. El tamaño de la entrada a las madrigueras (generalmente 4 cm o menos para el ratón casero y 5 cm o más para las ratas) o la marca de los dientes puede ser usada para distinguir la roedura del ratón casero de la de ratas. Los dientes incisivos de ratas y ratones crecen continuamente (hasta 13 cm por año en el caso de las ratas) y los animales los mantienen adecuados a través de roer superficies duras o de frotar entre sí los dientes de ambas mandíbulas.
Manchas: pueden observarse sobre vigas, tirantes, cabriadas, cañerías,
paredes, etc. y a lo largo de los senderos utilizados por los roedores. Se
deben a la grasitud y la suciedad del pelaje y se producen como resultado del
roce del cuerpo o de las patas con la superficie. Las manchas producidas por el
ratón casero pueden ser menos aparentes que las producidas por las ratas.
Olores: pueden indicar la presencia del ratón casero. Un característico olor a almizcle es una señal clara de la presencia de esta especie y puede ser usado para diferenciar su presencia de la de ratas.
Sonidos: la presencia de ratas y ratones puede detectarse por varios tipos
de chillidos y ruidos tales como los producidos por los animales al roer o
correr sobre superficies de plástico, madera, cartón, etc, y al pelearse los
individuos entre sí (en el caso de las ratas).
MEDIDAS HIGIENICAS
Todos los roedores dependen de alimento y refugio para sobrevivir,
por lo tanto, eliminar uno o los dos elementos les obligaría a abandonar el
área donde se encuentran. De esta manera se impide la infestación de ratas y
ratones y generalmente se elimina de forma permanente los problemas causados
por estos animales. Por ese motivo, en todas las circunstancias se debe
considerar la posibilidad de adoptar medidas para modificar el hábitat como una
forma de controlar a los roedores. La falta de higiene es una de las razones de
la existencia de moderadas a grandes poblaciones de roedores en áreas urbanas y
suburbanas. En ambientes rurales, la adopción de medidas sanitarias adecuadas
no siempre puede eliminar una población de roedores, pero puede prevenir que la
misma alcance grandes magnitudes.
Entre las principales medidas a tomar al respecto, figuran:
- Eliminar las pilas de leña, madera y escombros alrededor de las
casas u otras edificaciones para evitar que sirvan de refugio a los roedores o
fomenten la actividad de los mismos. Por ésta razón, los materiales que deban
conservarse a la intemperie deben estar separados del suelo y no deben apoyarse
contra las paredes o apilarse cerca de ellas. En algunos casos, una franja de
cemento de 20 cm de ancho construida adyacente a las paredes externas de una
edificación evita que las ratas caven en esos sitios.
- Eliminar las malezas o arbustos alrededor de las casas u otros
edificios ya que pueden servir de refugio a ratas y ratones facilitando su
invasión a dichas estructuras.
- Mantener la limpieza, tanto en el hogar como en cualquier otro
lugar donde se desarrollen actividades humanas, para evitar la invasión de
roedores, especialmente el ratón casero que está muy adaptado para convivir con
la gente porque requiere muy poco espacio y solo pequeñas cantidades de
alimento para sobrevivir. Cuando se encuentren excrementos de roedores en un
ambiente que generalmente permanece cerrado, ventilar adecuadamente el mismo o
rociar a los excrementos con una solución de agua con desinfectante antes de
proceder a barrerlos o recogerlos.
- Los alimentos balanceados para mascotas (gatos, perros) son una
fuente de alimento para las ratas, dentro y fuera de las casas. Por esa razón
es conveniente almacenar dicho alimento en recipientes metálicos provistos de
tapa. Además, se debería alimentar a los animales en recipientes separados del
suelo y dándoles la cantidad necesaria de alimento. Es importante remover las
sobras de manera que los recipientes permanezcan limpios.
- La basura y los desperdicios de casas, restaurants, granjas,
criaderos, etc. deben ser apropiadamente almacenados para su posterior
evacuación. Para ello deben mantenerse en recipientes de metal (son mejores que
aquellos de vinílico o plástico), herméticamente cerrados y el lugar debe
conservarse limpio.
Si se colocan sobre una plataforma se previene la oxidación de los
mismos y reduce la posibilidad de que las ratas se refugien bajo los
recipientes. En la medida de lo posible, evacuar los recipientes de basura
momentos antes de pasar los camiones recolectores.
- En los depósitos de alimento u otras estructuras similares, las
bolsas o cajas de alimentos deberían almacenarse sobre plataformas separadas
del piso y alejadas de la pared al menos 30 cm. Todo ello con el fin de evitar
que sirvan de refugio o para desalentar la actividad de las ratas y, al mismo
tiempo, facilitar la inspección periódica en busca de signos de su presencia.
El mantener los pisos limpios ayuda a detectar rápidamente signos frescos de
ratas (por ejemplo, excrementos).
- Los vertederos o basureros abiertos están a menudo infestados de
ratas, lo cual indica que no es la manera más adecuada de eliminar la basura.
En cambio, las zanjas de relleno sanitario y los incineradores generalmente no
brindan condiciones adecuadas para que las ratas puedan vivir.
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